sábado, 19 de junio de 2010

Chile vs Honduras en Nelspruit


El miércoles por la mañana emprendimos el regreso a Johannesburgo, pero no tomámos la Ruta Panorámica sino que pasámos por Nelspruit, que queda a tan solo 45 km de Hazyview. A las 13.30 jugaba Chile y había tickets disponibles. Cuando las cosas se tienen que dar se dan. El problema a solucionar era el transporte a Joburg, tenía que estar con tiempo suficiente para ir al Soccer City a ver a Argentina vs Corea. Los buses del jueves a la mañana (buen servicio, a 320R) no me servían, me dejaban con tan solo hora y media para llegar, dejar mis cosas, buscar mi entrada, e ir al estadio. Imposible. En ese momento decidí ir de todas maneras a Nelspruit, y ahí ver que encontraba. Conversé con los dueños del Ant & Elephant, les conté mi encrucijada y mi problema lo hacen suyo. Consiguen una reserva en Greyhound, bus que sale a las 24.00 y llega a la terminal de buses a las 5.00 horas por sólo 150R. En la terminal encontraría con facilidad la forma de llegar a Sandton.

Llegamos a Nelspruit, la combi del Vula Tour me dejó en la puerta de la empresa de buses y continuó viaje. Pagué mi reserva y empecé a preguntar por el Ticket Center de FIFA. Los taxis llevan el logo del Mundial y de la ciudad. Tomé uno, el driver se llama Lucky, dice que lo llame si necesito transporte. Anoté su teléfono antes de bajarme en el Shopping donde venden las entradas. Camisetas chilenas se veían por todas partes. Yo llevaba mi gorra celeste con el logo AFA. Conversé con alguien en la cola. Un camarógrafo se acercó. Era de Megavisión. “Cuenta eso que decías”, me pide. Empecé: Soy argentino, pero viví en Chile, mis viejos siguen viviendo allá, en Concepción, la ciudad del terremoto, tengo amigos también, por eso vengo a ver el partido, un saludo grande a todos por allá ¡Viva Chile mierda! Bueno, creo que esto último no lo dije. Je.

Esperando por mis tickets conozco a Julien, francés que vive hace muchos años en Barcelona y que está siguiendo a Francia y a Chile, llegó a Sudáfrica junto a Kathy, chilena que también vive en Barcelona. Conversamos, le conté sobre el safari al Kruger y le pasé el contacto de la gente que hizo el tour. Ambos tienen muy buena onda. Me ofrecen su habitación (en un hotel Formula 1) para dejar mi mochila grande. Mientras sacaba los tickets converso con una pareja de negros mayores, habían estado hace poco en Buenos Aires, vieron River vs Boca, bailaron tango y comieron asado. Dicen que volvieron fascinados. Me desearon suerte, me dijeron que Argentina va a salir Campeón. Son muchos los que ahora nos dan como candidatos. Saqué categoría 3, la misma que mis nuevos amigos catalanes, a 560R, unos 80 dólares. Nos vamos al hotel en el auto alquilado de la pareja. Dejamos las cosas y subimos en el Park & Ride cercano a un shuttle, uno de los buses que van directo al estadio. Era una fiesta absoluta, todos los africanos hinchando por Chile, equipo que eligió, muy oportunamente, esta ciudad para hospedarse.

Ver a los negros locales, todos enfundados en su equipo de cancha (camiseta amarilla de los Bafana Bafana, vuvuzela multicolor, bufanda, gorro y casco), hinchando por Chile, gritando el “¡Ce Hache I!” es increíble. ¿Cómo pasó todo esto? ¿En qué momento? Pensaba y disfrutaba toda esta situación, en eso comencé a ver el estadio. Sus columnas jirafa sobresalen por sobre todo. Las gradas están pintadas de blanco y negro, semejando el pelaje de las cebras. Cebras y jirafas son símbolos de la provincia de Mpumalanga. El Mbombela es el estadio más chico de toda la Copa, nuevo, se estrenó con ese partido. Se lo veía fantástico. El ingreso fue tranquilo. Nadie empujaba ni nadie se colaba, en realidad eso no pasó en ningún partido que haya visto. No está en el ánimo de la gente romper las pelotas ni tirar mala onda.

Las ubicaciones son excelentes. En el medio arriba, enfrente del banco de suplentes chileno. El estadio cada vez me gustaba más, invité unas cervezas a mis amigos, brindamos por estar ahí. No fueron las únicas cervezas que bebimos, ni el único salute. Ronda tras ronda fueron llegando. Yo preguntaba a los chilenos si había alguien de Conce, alguno me dijo “yo conocí a uno, no se donde está”. Otro por ahí tenía la casaca del Vial y cara de pocos amigos. Olí caño, porro, paraguayo. Un “cruzado”, corte mohicano, clavando un cuete. Le saqué una foto. Me enteré que “Chupete” no jugaba, Kathy me contó que Valdivia iba de 9. Pensé en Messi jugando en la misma posición en el Barca. “Bielsa loco e mierda”. Los hondureños, pobres, visitantes totales, no esperaban mucho de su equipo. El protagonista era e iba a ser Chile.

El partido se le presentó casi sin complicaciones. Sin embargo le costó generar situaciones de gol, no funcionó muy bien el jugar abierto, con los wines. Por momentos se cayó en el centro…a Valdivia. El primer tiempo de Sánchez no fue muy lúcido y el 9 no era Suazo. El más movedizo fue Fernández, el más agresivo Vidal. La defensa prácticamente sin dificultades, sólo en algún contragolpe hondureño, encarado con dos hombres nomás. El gol tenía que caer. Lo hizo, pero no en una jugada muy elaborada. Gol igual. En el segundo tiempo Chile jugó mejor, también lo hizo Alexis, y pudo haber metido algún gol más. No lo hizo y, a la luz del sorpresivo Suiza 1 España 0, puede llegar a pagarlo caro. Para evitar esa situación debe salir con todo a ganarle los suizos. No dudo que lo hará.

Después del partido nos dirigimos al Fan Mile. Una calle cortada con puestos de comida y bebida, escenario para un show y pantalla gigante para ver al resto del grupo H y luego a Sudáfrica vs Uruguay. Bus comunitario y dedo. Una camioneta nos acercó al lugar. Fue llegar y seguir con la cerveza. España ya perdía 1 a 0, la transmisión se cortó varias veces. Tuvieron chances para empatar, siempre llegando con el toque patentado del mediocampo culé, pero sin la efectividad de sus delanteros. La segunda sorpresa del Mundial (la primera, la derrota de Camerún con Japón), y la más resonante. “Llegaron los campeones”, dijo el Marca. Ahora se meten el exitismo por el culo.

Entre ese partido y el próximo fueron un par de horas de birra, dancing y dar vueltas por ahí. Yendo y volviendo de los baños químicos. Chilenos y sudafricanos poblaban la calle. En un puesto comí una carne con hueso a la parrilla, cocinada por horas estaba seca, vino acompañada por una especie de puré de maizena y unas verduras con salsa picante. Sabor peruano, sabrosón. Al caer la noche y empezar el partido ya casi sólo se veían cabecitas negras. Y esto es literal. La Comisión de Juego de Mpumalanga regalaba remeras rojas a quienes participaran de la convocatoria al baile. Se prendieron fogatas, salieron las whiscolas, Uruguay ganaba 2 a 0 y nos fuimos. Un telefonazo a Lucky, viaje al hotel a buscar mis cosas, me despedí de los amigos y de nuevo al taxi. Haciendo tiempo en una estación de servicio conocí a dos chilenos que tomaban el mismo bus que yo. Fuimos a las oficinas y esperamos. Un grupo, para combatir el frío, armó una ronda en la galería, tiró una pelota al medio y comenzaron a pasarla unos a otros. En un estado de cansancio y ebriedad avanzado, yo sólo me quedé viendo la escena.

Llegando a Nelspruit. Se siente el ambiente futbolero


Neslpruit 2


Nelspruit 3


Nelspruit 4


En el bus


¡El Mbombela!


Entrando al estadio


Jirafa
¡Chile support Bafana!


¡Bafana support Chile!


Todos te queremos ver


Mbombela a rayas


A rayas 2


Hermoso estadio, hermoso


Game on


Chile toke Nelspruit


España pekio helado


Fan Mile


Waiting for Bafana Bafana against Uruguay



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